Durante la visita a la bodega se hace un repaso a todo el proceso de elaboración del vino. En este proceso, la única duda es la elaboración de la primera fermentación en toneles de madera, pero esto es una tradición, igual que el vino y quizás en este proceso esté uno de los secretos del vino que sale de esta bodega. Para sus vinos de colección, que reúne la máxima expresión de las variedades tradicionales riojanas, a partir de una selección de terruños y parcelas. Aquí aparecen tres vinos tintos. Dos monovarietales: Colección Vivanco Parcelas de Garnacha y Colección Vivanco Parcelas de Graciano. Y un cuvée de cuatro varietales, con más presencia de tempranillo: Colección Vivanco 4 Varietales. Para la elaboración de estos vinos la empresa utiliza las barricas de roble francés una sóla vez. Después pasan a hacer otros servicios dentro de la bodega... pero para descubrir éstas y otras peculiaridades lo mejor es verlo en directo. Hay una pequeña degustación de vinos al final de la visita.
Por otra parte, en el mismo lugar se puede hacer la visita al Museo de la Cultura del Vino. Un recorrido que llevará si se hace con deteminimiento más de dos horas. Diferentes salas nos explican la historia del vino, sus procesos de elaboración, sus características, etc, pero si algo se destaca por encima de todo es su coleción de unos 3.000 sacacorchos de todas las épocas y de todas las características.
La visita a la Bodega Dinastía Vivanco y al Museo de la Cultura del Vino es un placer. Si le gusta el vino, porque es una buena forma de aprender algo más. Si no le gusta, simplemente por los paisajes que deja su viñedo con Briones, San Vicente de la Sonsierra o la Sierra Cantabria.
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