La Unión Española de Catadores organiza, cada dos años, esta destacada competición. Para ello cuenta con el aval de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (O.I.V), de la Unión Internacional de Enólogos (U.I.O.E.) de la Federación Mundial de Grandes Concursos de Vinos y Espirituosos (VINOFED) y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Y también, como no, con Fernando Gurucharri como director del concurso y con José Luis González Cledera como presidente.
La edición 2008 del ‘Concurso Internacional de Vinos Bacchus’ ha batido muchos records. Al número de muestras presentadas —casi 1.700 vinos— se une la impresionante cifra de más de 80 catadores profesionales, procedentes de 17 países, quienes tuvieron la responsabilidad de otorgar hasta 505 galardones en siete categorías: 10 Grandes Bacchus de Oro (entre 95 y 100 puntos), 195 Bacchus de Oro (más de 90 puntos) y 300 Bacchus de Plata (más de 85 puntos).
‘La Estacada 2006’ y ‘Secua 2004’ han sido premiados en la octava edición de este prestigioso concurso internacional
Finca La Estacada ha obtenido dos Medallas de Plata en este concurso —correspondientes a los vinos ‘La Estacada 2006’ y ‘Secua 2004’— que vienen a sumarse a un palmarés realmente destacado. ‘La Estacada 2006’ es un ensamblaje de uvas de las variedades Syrah y Merlot, con predominio de la primera. Unas uvas que proceden de viñedos de bajo rendimiento y que se elaboran con maceraciones algo más largas de lo habitual, dando lugar a un vino bien estructurado y de larga vida. Tras 8 - 10 meses en barricas nuevas de roble francés y 4 meses más en botella, ‘La Estacada 2006’ muestra su color de picota madura, de amplia capa, casi opaco y glicérico. En la nariz exhibe aromas ahumados, a violetas y a aceitunas negras, junto con suaves sensaciones balsámicas. En la boca aparece jugoso, de taninos amplios y suaves, pero bien marcados. Es un tinto opulento, vigoroso y con gran cuerpo.
Por su parte, ‘Secua 2004’ es el vino estrella de la bodega, un fantástico ensamblaje de uvas Cabernet Sauvignon y Syrah procedentes de viñedos con altas densidades de plantación. De nuevo la maceración es larga —cerca de 30 días— y la maloláctica se hace en barrica nueva de roble francés, donde permanece 10 meses. Después se trasiega a depósito, se homogeniza y vuelve a pasar otros diez meses en la barrica, más otros 18 afinándose en botella. Estamos ante un vino de gran contenido tánico, aterciopelado y elegante. De color granate, brillante, vivo y de capa alta, es complejo en nariz, con toques ahumados, de tabaco y de chocolate. En la boca es potente, de agradable paso y clara retronasal, destacando las notas de cacao y tabaco provenientes de la barrica pero sin enmascarar los frutos maduros de la uva. La producción está limitada a 18.000 botellas.
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