Teniendo en cuenta la valoración del Comité de Cata del Consejo Regulador de la Denominación de Origen “ La Mancha ” a la vista de la buena calidad demostrada por los vinos de la presente campaña valorados hasta el momento de entre todos los recogidos por equipo de control de calidad del Consejo, la añada 2007 ha sido calificada como Excelente.
Para poder llegar a dicha conclusión, el citado Comité ha analizado organolépticamente, por el procedimiento de Cata Ciega, un total de 647 muestras de vinos elaborados por las bodegas acogidas a la Denominación de Origen. Además, todas las muestras han tenido que pasar un análisis físico-químico, que ha sido realizado por la empresa SEICAMAN, dependiente de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha.
Hay que tener en cuenta que la calificación de las muestras por parte del Consejo Regulador se ha ido incrementando en los últimos años, tanto por la subida del volumen del vino calificado, como por el sustancial aumento de varietales.
Además, mencionar que los vinos de la añada 2007 han sido los últimos recogidos por el departamento de control de calidad del Consejo Regulador “ La Mancha ”, que desapareció el pasado día 1 de febrero, por lo que esta función pasará a empresas externas, como la Empresa de Control e Inspección “ La Mancha ” (ECI) creada por la Interprofesión y en proceso de autorización por parte de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, así como de acreditación por ENAC (Empresa Nacional de Acreditación).
Frente a los 623 vinos a granel catados el pasado año, la presente campaña se han valorado 647 vinos, de los que hay 346 tintos, 50 rosados y 251 blancos.
Entre los tintos, la variedad mayoritaria es obviamente la Tempranillo , con 183 muestras. No obstante, el número de nuevas varietales plantadas a partir de la reestructuración ha crecido de forma muy importante, por lo que hasta ahora se han catado 48 de Syrah, 45 vinos de Cabernet Sauvignon, 32 de Merlot, 2 de Petit Verdot y 2 de Cabernet Franc (autorizada como experimental). Las otras variedades autóctonas suman 5 vinos en el caso de la Garnacha , y sólo 2 en la Moravia , más localizada geográficamente. También hay otros 12 vinos procedentes de un ensamblaje de diferentes uvas tintas.
Los rosados llegan a 50, repartiéndose en 32 procedentes de uva Tempranillo, 5 de Cabernet, 4 de Garnacha, 1 de Syrah y 2 de Merlot, además de otros elaborados 5 a partir de un coupage de diferentes variedades.
En lo que se refiere a los blancos, la Airén aparece claramente destacada con 121 vinos, seguida de la Macabeo con 48, la Sauvignon Blanc con 28, la Verdejo con 26, la Chardonnay con 17 y la Moscatel con 5. No obstante, también se han elaborado 20 coupages, algo hasta ahora más habitual en los tintos, pero que también tiene una tendencia al alza en los vinos blancos.
Por otro lado, teniendo en cuenta que el criterio de calificación de Consejo Regulador es más estricto en los puntos de penalización que el utilizado por un gran número de instituciones nacionales e internacionales, ya que se sitúa en 57 puntos como máximo para los vinos a granel y en 53 para los embotellados, es muy destacable que casi todos los vinos catados hayan pasado sobradamente la prueba, lo que además es una muestra del excelente trabajo que están realizando los enólogos de las bodegas manchegas.
Tampoco debemos pasar por alto el tema de la adaptación de las nuevas variedades plantadas en los últimos años, que están dando resultados sorprendentes en La Mancha , que les confiere la particularidad de su suelo y su climatología, mejorando aún más las virtudes de uvas tan reconocidas internacionalmente como son la Cabernet Sauvignon , la Merlot o la Syrah , en tintos, o Sauvignon Blanc, Chardonnay o Verdejo, en blancos.
Por otro lado, el rigor a la hora de permitir que un vino esté amparado por el sello de la Denominación de Origen “ LA MANCHA ”, se justifica en la intención del Consejo Regulador de que la contraetiqueta de la D.O. sea un reconocimiento al enorme esfuerzo económico y humano de las bodegas manchegas están realizando con el fin de obtener grandes vinos, con buena acogida en los mercados nacionales e internacionales, y por lo tanto se debe ser muy exigente en la calidad, ya que ésta es la única garantía que hay para asegurarse de que el consumidor estará satisfecho con el vino.
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