Una perfecta armonía entre puros y vinos

En medio del lío producido en los diferentes bares y restaurantes de España por la aplicación de la ley antitabaco, al otro lado del Océano se demostró una vez más lo bien que se llevan los vinos españoles con los puros habanos. A los que no nos gusta fumar, pero sí consumir un puro después de algunas cenas, no nos veremos en otra igual.


Los vinos del Grupo Pesquera han sido los únicos presentes durante la celebración del décimo tercer Festival del Habano, en la capital cubana. Es la primera vez que los vinos del Grupo participan en esta feria, de referencia internacional, que ha reunido a más de 1.200 expertos y fumadores de unos 80 países atraídos por la tradición, historia y cultura de los puros.

Como única bodega invitada, el Grupo Pesquera participó en la jornada de Sabores y Aromas del XIII Festival de Maridajes de Habanos con ron, brandy, tequila y vinos. Para la ocasión, se eligió un Condado de Haza 2007 para su maridaje con la vitola Churchill de Romeo y Julieta. En opinión de Lucía Fernández del Grupo Pesquera, esta combinación corrobora que los largos formatos pueden ir perfectamente acompañados de vinos expresivos, afrutados e intensos.

Paralelamente al Festival, el Grupo bodeguero español también participó en una actividad con los miembros del Club Sommelier de Cuba en el Hotel Meliá Cohiba, en la que su presidente, René García Valdés, realizó un recorrido por la trayectoria de Alejandro Fernández, sus bodegas y sus vinos.

Asimismo, durante la cena de gala de clausura a la que asistieron unos 1.300 invitados, otro vino de la casa, Pesquera Crianza 2008, se armonizó con un habano Montecristo Edmundo y con el plato principal, una langosta Montecristo, que hizo honor a una de las marcas cubanas más reconocidas a nivel internacional. Se trata de una gran vitola, elaborada manualmente y que entremezcla sabores de chocolate, café, cuero, que deja un suave retrogusto de cacao en boca. Sin duda, una combinación muy acertada y valorada por el público y que demostró la perfecta armonía de los habanos con un gran vino.