El Menú Cacciatore (Menú del Cazador), más fresco y exótico, permite sumergirse en una sabrosa experiencia nómada. Para abrir boca, un carpaccio de naranja con vinagreta de aceitunas negras, seguido de una ensalada con hojas variadas, brotes y boletus confitados. Como plato fuerte, tartar de buey de raza Fassone con helado de anchoas y alcaparras. Es decir, que el comensal degusta alimentos crudos, hojas de la campiña y frutos como lo hacía el hombre errante. Para terminar, gattó, típico dulce de Cerdeña con miel y fruta seca, y fingerfruits, fruta del tiempo, limpia y fresca.
En cuanto al Menú Agricoltore (Menú del Agricultor), más elaborado y familiar, brinda la oportunidad de disfrutar de los avances de una vida sedentaria. El primer bocado es un montadito de pan a la trufa negra con conejo en aceite, seguido de ensalada verde con raviolis crujientes de pan sardo rellenos de requesón; cintas frescas con hongos y huevos y, como plato principal, calamares encebollados con picatostes picantes de pan negro de sepia y rocoto. Claros ejemplos de la introducción de la ganadería y la agricultura, así como de técnicas tan revolucionarias en su momento como la cocción y la fermentación. Finalmente, un postre tan tradicional como los canutillos de berenjena rellenos de requesón.
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