Enoturismo 360

viernes, 9 de noviembre de 2012

Quién sabe beber vino, sabe vivir el vino

No es por ir contra los que han desarrollado la campaña, que desde aquí nos parece buena, pero tal vez habría que añadir el apellido del vino en las dos terminaciones. No cuadraría tan bien publicitariamente, pero es algo que nos falta.

Al fin y al cabo el sentido final es que quién sabe beber (vino) con responosablilidad, sabe vivir (el vino) y disfrutarlo y compartirlo y transmitir la cultura del vino, que por otra parte buena falta nos hace en este país en el que cada vez se bebe menos (vino).

No olvidemos que el vino es un aspecto cultural principal de nuestra sociedad que se ha transmitido de padres a hijos o de abuelos a nietos a lo largo de los siglos y que a pesar de todo parece que ahora no se consume como antes.


Por eso la campaña "Quién sabe beber, sabe vivir" nos parece acertada. No obstante, como bien señalan desde la propia organización el vino sólo se disfruta con moderación. Éste es el mensaje principal de la campaña que ponen en marcha la Federación Española del Vino y la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y de la Unión Europea.

Su objetivo es informar de que el consumo moderado y responsable del vino es la única manera de disfrutar del producto, incrementar el conocimiento del vino y poner en valor su papel en nuestra sociedad como parte integrante de nuestra historia, cultura, paisaje y dieta mediterránea.

La campaña se desarrolla mediante la colaboración voluntaria y desinteresada de personajes públicos reconocidos en nuestro país, que actúan como embajadores del mensaje: los actores Jesús Olmedo y David Janer, el sumiller Josep Roca, la periodista Julia Otero y el Doctor Santiago Dexeus, entre otros que contribuyen así a la defensa y difusión del disfrute del vino con moderación.

Para concienciar a los consumidores en www.quiensabebersabevivir.es, se ofrecerá información sobre el concepto de consumo moderado y los peligros del abuso del alcohol. Es decir, de las cantidades consideradas de bajo riesgo para disfrutar el vino como complemento de una dieta equilibrada y como un elemento clave para disfrutar de los pequeños instantes de la vida, en definitiva, como uno de los ingredientes de la felicidad. Porque quien sabe beber, sabe vivir.