El influyente escritor y crítico gastronómico y de vinos Jay McInerney quedó maravillado por Monvínic después de una reciente visita a Barcelona en la que también aprovechó para ir a varios restaurantes de estrella Michelín de nuestro país. Dejó para la última noche una cena en Monvínic y después de la satisfacción que le causó asegura que ya tiene un gran motivo de peso para volver a la ciudad condal. McInerney quedó cautivado por el interiorismo de Monvínic –diseñado por Alfons Tost-, por el centro de documentación, con las miles de referencias de libros del mundo del vino, y sobre todo, por la carta digital de vinos. Le entusiasmó la gran diversidad de vinos que pueden tomarse y le cautivó también la cocina tradicional catalana del chef Sergi de Meià.
Jay McInerney en su artículo asegura que no le ha sido posible visitar todos los bares de vinos del mundo, pero que después de conocer Monvínic para él es sin duda el mejor del mundo. El artículo The Best Wine Bar in the World? en The Wall Street Journal
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