Uno podría pensar que este año con menos uva, los precios por lo menos se mantendrían, pero el problema de las bodegas y de los precios que han establecido está en los excedentes que tienen en sus lugares de almacenamiento. Se ha vendido vino, quizás como otros años, pero la producción del 2013 fue tan grande por una vendimia que nos convirtió en el principal país productor a nivel mundial, que todavía queda mucho por vender.
En estas están productores y elaboradores, en un año que puede ser especialmente malo para unos y para otros. Si fuese productor estaría muy preocupado por el precio de mis uvas. Ya hay algunos rumores de que va a haber boicot a las bodegas y elaboradores. De momento están con reuniones para ver si pueden establecer precios más ajustados.
Si fuese elaborador o bodeguero intentaría ajustar al máximo la producción de uva que entra en mis instalaciones. Hay dos fórmulas. Pago la uva bien o muy bien, pero sólo compro aquella de una calidad excepcional para elaborar un producto de mucha calidad pero a la vez con un número de litros no muy grande, que no provoque problemas en un almacén saturado.
La otra es pago muy bajo la uva para poder ser muy competitivo y poder lanzar al mercado exterior, que parece el único destino importante ahora, a unos precios muy competitivos.
En ambos casos, es un problema para los productores, que ven como se podrían quedar sin colocar muchos kilos de uva o bien como se les paga a precios muy bajos.
Veremos como evoluciona una vendimia marcada por una producción menor que la del ejercicio anterior.
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