Se decía antiguamente cuando iban a vender vino que el comerciante ofrecía unos taquitos de queso al comprador del vino, de forma que las principales propiedades del vino que iba a vender se veían potenciadas. De esta forma un vino poco bueno, conseguía el adjetivo de bebible y aquel que era bueno se convertía en mejor. No obstante, era una forma de dar gato por liebre, otro de los dichos.
En estas estábamos cuando llegó China y nos contaron que iba a ser una gran potencia consumidora de vino. Que todo lo que había que exportar debía de estar dirigido a este país, que era la panacea y que era el negocio del siglo. ¿De cuál? Y en estas andábamos cuando todo aquello dejó de ser de esta manera y ahora resulta que China lidera las caídas en importaciones mundiales de vino en la Tasa de Año Móvil (TAM) a marzo de 2014.
Vaya con China. Es obvio que supone un mercado para el vino español importante, dado el número de habitantes ya lo es, pero quizás no todo aquello que se vendió. No obstante, es un país sin demasiada cultura del vino en las principales clases sociales que predominan en el país. Si en España la cultura del vino está por los suelos y es algo que se tarda en interioridad, cómo señalaba hace algunas fechas Luis Gutiérrez, el hombre Parker en la Península e Ínsulas allegadas, no me lo cuenten en un país sin ninguna tradición establecida.
No obstante, China no es el único que ha reducido sus comprar. El conjunto de los 13 principales compradores mundiales de vino redujo sus compras un 2,6% en volumen y un 2,1% en valor en el interanual a marzo de 2014, con un precio medio que subió apenas en 1 céntimo de euro por litro. Sólo crecieron las importaciones de vino espumoso, con caída del envasado, y sobre todo del granel, según detalla el Observatorio Español del Mercado del Vino en uno de sus últimos estudios. Por cierto, son más de 50 euros. Es lo bueno de pagar impuestos, señores bodegueros, ahora paguen a una Fundación que depende de la Federación Española del Vino, que depende del Ministerio en cuestión. Paguen y paguen doblemente. Algunos luchando por vender una caja y otros luchando por llevarse la caja.
En este informe se señala que de un descenso total de 413,3 millones de euros, sólo 4,6 millones correspondieron a vino español, que apenas cayó un 0,2% en este periodo en el conjunto de estos países, aunque pierde bastante cuota de mercado en volumen (-7,2%) por el fuerte descenso de China y del mercado norteamericano.
La elevada cosecha registrada en España el pasado año prevé un 2014 con caída más leve en volumen (o incluso al alza), pero datos cada vez peores en valor, coincidiendo con unos precios que posiblemente bajarán durante los próximos meses.
EE.UU. en valor y Alemania en volumen pierden cuota como principales compradores mundiales de vino, mientras que Japón sustituye a China como primer inversor asiático, con buen desarrollo de los primeros mercados escandinavos, Suecia y Dinamarca.
Los 13 principales compradores mundiales analizados son: EE.UU., Reino Unido, Alemania, Canadá, Japón, China, Bélgica, Suiza, Rusia, Holanda, Francia, Suecia y Dinamarca.
El estudio analiza la evolución de sus importaciones de vino, con especial atención a los dos últimos años (TAM marzo) y en comparación con el año 2000. Se detallan las compras por tipo de vino (espumoso, envasado, granel y mosto), valor (€), volumen (litros), precio medio (€/litro), y qué porcentaje representa España en cada uno de estos 13 mercados, así como su evolución.
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